domingo, 30 de noviembre de 2014

Diagnóstico N.P.I.

Diagnóstico N.P.I.



RESEÑA
Esta novela testimonial es la continuación de Y era lo que nadie creía. Escribir un testimonio es desnudar el alma y nuestros sentimientos más íntimos. Nos hace vulnerables, pero aunque no lo crean nos hace mucho más fuerte. Esta novela no es una crítica a la medicina en general ni a los médicos en particular. Es un grito en el silencio más profundo del sufrimiento. Pero también nos hace reír, pues esta obra está entramada con humor. Esta novela nos hace reflexionar y para comprobarlo les leeré un fragmento del epílogo:

Conocer el diagnóstico me llenó de nuevas fuerzas, pues ya sabía los riesgos y las complicaciones que acarreaba. Ahora la batalla sería más balanceada, pues no me desafiaba un enemigo desconocido. Por primera vez sentí la necesidad de dignificar mi enfermedad. Ella era parte de mi vida, parte de mi lucha. Se terminó el enfrentamiento, el combate. La despido en paz, le doy las gracias por el aprendizaje y por transmutar mis debilidades en fortaleza. Ahora ella me respeta como la mejor de sus contrincantes y yo la despido como al mejor de los maestros.

Paralela a mi tristeza, la lluvia arreciaba  y minutos después ya era un diluvio acompañado de fuertes vientos. Mientras el agua chorreaba por mi balcón, yo seguía impávida, los pensamientos se alejaron de mi mente y esta quedó vacía. En silencio. No sé cuánto tiempo pasé en la misma posición, poco importaba.  Las nubes negras parecieron disiparse y una luz apenas perceptible se filtró. Dejó de llover. El resplandor me fue rodeando y el pensamiento volvió. ¿Qué es la vida?, me pregunté: ¿un camino?, ¿un viaje? ¿Hacia dónde? Hacia la felicidad. ¿Importa si estás sano o enfermo? No. Solo importa que vas, solo importa el recorrido.

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